¿El dinero es la fuente de tu alegría, paz y seguridad? En este mensaje Jorge Cota, responde bíblicamente a cuatro preguntas sobre el dinero y la generosidad. Nos recuerda que Dios está más interesado en nuestro corazón que en la cantidad y que la calidad del dador es más importante que la cantidad de la dádiva.
La generosidad no tiene nada que ver con ser rico. La Biblia nos dice en 1 Timoteo 6:6-8 que todo lo que necesitamos es alimento y ropa; en la perspectiva de Dios, cualquier cosa más allá de eso es tener riqueza. Si tenemos más que eso, tenemos lo suficiente para convertirtos en un dador generoso. Nuestro camino en la vida es discernir cómo Dios quiere que usemos los recursos que nos ha confiado. Todos podemos dar un paso y vivir una vida de generosidad sin importar lo mucho o lo poco que tengamos.
¿Por qué debemos dar?
Debemos dar porque Jesús supone que todos daremos (Mateo 6:2).
Debemos dar porque este mundo no es nuestro hogar. Debemos vivir con una perspectiva eterna. Existe una conexión entre nuestra vida espiritual y la forma en que manejamos nuestro dinero (Mateo 6:19-21).
Debemos dar porque desafía nuestra fe. Cuando damos, caminamos en fe de que Dios realmente se preocupa por nosotros, y nos libera de la preocupación y la ansiedad a medida que nos desprendemos de lo que Él quiere que administremos y caminemos en confianza y fe en Él (Mateo 6: 25-26).
Debemos dar porque queremos experimentar gozo (Hechos 20:35).
¿Por qué nos cuesta dar?
Somos reacios a dar porque no estamos completamente rendido sa Cristo. Cuando no estamos completamente rendidos a Cristo, no creemos verdaderamente que Dios tiene en mente nuestros mejores intereses (2 Corintios 8:1-5).
Dar viene de un corazón lleno de alegría.
Dar es una responsabilidad de los ricos, y es un privilegio de los pobres.
Dar es una respuesta reflexiva a la gracia de Dios en nuestras vidas.
Nos cuesta dar porque nuestros tesoros están aquí en este mundo y no queremos desprendernos de ellos.
Nos cuesta dar debido a nuestro orgullo y deseo de control (Mateo 6:33-34).
Nos cuesta dar porque creemos el mito de que el dinero nos traerá seguridad y felicidad (Eclesiastés 5:10-12).
¿Cuánto deberíamos dar?
No podemos responder esta pregunta hasta que hayamos respondido las dos preguntas anteriores, porque rápidamente aterrizaremos en el legalismo o en un enfoque de fórmula para dar.
Muchos cristianos piensan que el estándar para dar es el 10 por ciento de su ingreso neto o bruto.
El diezmo es un concepto del Antiguo Testamento, pero incluso en aquel entonces, no estaba limitado al 10 por ciento. Y cada ejemplo de dar del Nuevo Testamento va más allá del diezmo o el 10 por ciento.
Todos podemos vivir una vida de generosidad, independientemente de lo poco o mucho que tengamos (Lucas 21:1-4).
¿Dónde deberíamos dar?
El primer lugar para dar es su iglesia local donde está ministrando y siendo ministrado (Gálatas 6:10).
Un lugar secundario para dar es a otros ministerios cristocéntricos.
Además, aproveche cualquier oportunidad que Dios traiga a su vida. El Señor traerá personas necesitadas a su vida; manténgase abierto y listo para dar según lo guíe el Espíritu (Lucas 10:25-37).