En este mensaje, Luis Caceres, recorre Efesios 4 y explica cómo la meta de Dios para su pueblo no es la uniformidad, sino la unidad en Cristo. Podemos jugar en diferentes posiciones, pero vestimos la misma camiseta. Debido a que pertenecemos a Cristo, nos pertenecemos unos a otros y lo vivimos juntos en nuestras vidas en Watermark. Y en lugar de que esas diferencias atrofien nuestro caminar con Dios, despiertan nuestro asombro ante Dios por su obra en Cristo de unir en él a todo tipo de personas diferentes.